El pie caído o pie equino, es una de las afectaciones físicas que se dan con mayor frecuencia en la Esclerosis Múltiple (E.M).
La debilidad de la musculatura dorsiflexora del pie provoca que la persona afectada empiece notando creciente dificultad para levantar la punta del pie, así como una mayor frecuencia de tropiezos.
Caminar con el pie caído puede convertirse en una ardua tarea. Además de los esfuerzos que deben hacerse andar, este déficit suele ocasionar frecuentes caídas. Una forma de prevenirlas es utilizar el certificado de discapacidad en las zonas de aparcamientos reservadas.
Algunas personas, para contrarrestar este problema, levantan las rodillas más de lo habitual, o hacen un movimiento en semicírculo desde la cadera.
Existen diferentes estrategias para tratar el pie equino. A continuación, listamos las mas eficaces:
- Fisioterapia: El fisioterapeuta especialista en E.M. puede elaborar un plan de tratamiento para combatir el pie caído que se adapte a la persona afectada.
- Ayudas técnicas ortopédica y ayudas técnicas para la marcha. Existe una gran variedad de material ortopédico y férulas que pueden ayudar a aliviar los problemas ocasionados con el pie caído.
- Estimulación eléctrica funcional: a través de un dispositivo se aplica corriente eléctrica de bajo voltaje sobre el nervio motor que levanta el pie para mejorar el movimiento.
- Cirugía: Muy concretos y poco frecuentes, se considera una cirugía